Las emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COVs) pueden ser perjudiciales para la salud de las personas y el medio ambiente. Además de la procedencia de fuentes naturales, fundamentalmente bosques y explotaciones forestales, los COVs presentan fuentes de origen antrópico representadas principalmente por el uso de disolventes y otros productos en el sector industrial, así como por la combustión incompleta en el transporte. Así, para prevenir y reducir los efectos de las emisiones de COVs al medio ambiente y los riesgos potenciales para la salud humana, en 1999 el Consejo Europeo publica la Directiva 1999/13, relativa a la limitación de las emisiones de COVs debidas al uso de disolventes orgánicos en determinadas actividades e instalaciones. Esta Directiva se transpone a la legislación española en el Real Decreto 117/2003, sobre limitación de emisiones de compuestos orgánicos volátiles debidas al uso de disolventes en determinadas actividades industriales.

Para complementar esta normativa, se aprobó la Directiva 2004/42/CE, relativa a la limitación de las emisiones de COVs debidas al uso de disolventes orgánicos en determinadas pinturas y barnices y en los productos de renovación del acabado de vehículos, que modifica a la anterior. Esta norma se traspuso al derecho español, mediante Real Decreto 227/2006, que regula las emisiones de COVs en determinadas pinturas y barnices, así como en productos de renovación del acabado de vehículos.

La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio está trabajando activamente en la aplicación de la citada normativa, con el objetivo de controlar y, en la medida de lo posible reducir, las emisiones de COVs a la atmósfera en Andalucía.